P. ¿De qué trata Los pinceles borrados?
R.- Los
pinceles borrados es un encuentro inexistente entre Frida Kahlo y Remedios
Varo, dos de las mayores pintoras de la Historia del Arte universal. A lo largo
del texto asistimos a un recorrido por sus vidas y obras, tan entrelazadas
entre sí. Se trataba de rescatar a Remedios y de profundizar en Frida, desde un
enfoque que no busca juzgar, sino comprender.
P.
¿Qué te llevó a escribir esta obra?
R.- Lo
cierto es que nació como un encargo. La directora Carmen Nieves, que lleva
cuatro años poniendo sobre los escenarios mi obra Victoria viene a cenar,
me propuso crear un nuevo texto para su compañía. Debía seguir un formato
similar al de Victoria, con dos mujeres históricas en escena a las que
la Historia, de alguna forma, había silenciado. No tuve dudas en escoger a
Remedios Varo, ya que es un personaje del que me apetecía escribir desde hacía
años. Que Frida fuera su contrapartida llegó de forma natural, como una
respuesta obvia y evidente.
P.
Háblanos un poco de Remedios Varo, esa pintora tan olvidada.
R.- Remedios
Varo fue una pintora española adscrita a la corriente del surrealismo. Mujer de
una cultura envidiable y un talento incuestionable, luchó por hacerse hueco
entre numerosos hombres en el movimiento artístico que tanto amaba. Le tocó
vivir la Guerra Civil en España y la Segunda Guerra Mundial en Francia. Terminó
exiliándose a México, como tantos otros artistas, donde desarrollaría gran
parte de su carrera. Su obra, nacida de una imaginación desbordante, mezcla lo
científico con los sueños, lo místico y la magia. Hoy día es muy conocida en
México, pero ha sido borrada de la memoria de su España natal.
P.
¿Con qué Frida nos vamos a encontrar en la obra?
R.- De
Frida Kahlo se ha hablado y escrito muchísimo. Hoy día, se le puede considerar
todo un mito y un símbolo de luchas como, por ejemplo, la feminista. El
problema de los mitos es que muchas veces nos quedamos en la superficie, en esa
cima tan fácil de leer. Pero Frida fue mucho más. Sobre todo, fue dolor. Y de
ahí he partido para crear al personaje. Hurgando en las entrañas de sus más
terribles vivencias, que tanto marcaron los devenires de su vida y que tan
magistralmente plasmó en sus cuadros. Esa es la Frida que me interesa, la que
vivió y pintó lo que vivía, no la imagen posterior que nos han vendido.
P.
¿Por qué has elegido el lenguaje del teatro para rescatar a Remedios Varo?
R.- Como
he comentado con anterioridad, en primer lugar, porque fue un encargo escénico.
Pero, si lo medito bien, no podría haber sido de otra forma. Para mí, el teatro
es la voz de los olvidados, de los oprimidos, de los silenciados. Es el
lenguaje que, con cada representación, habla directamente a los ojos del
espectador y le cuenta una historia con la verdad de los sentimientos. El
teatro no sabe de medias tintas; pone toda la carne en el asador y sacude las
emociones de aquellos que se abandonan a él lo que dura la función. Y esto, en
mi opinión, también ocurre cuando se lee. No hay narración que despiste, solo
los personajes desnudándose y mostrando su alma al lector.
P. ¿Cómo fue el proceso de documentación y de escritura?
R.- No
fue fácil, y por razones totalmente opuestas en el caso de ambas artistas. De
Remedios hay menos bibliografía de que cabría esperar para alguien de su talla.
Tuve que recurrir a estudios del extranjero, moverme entre traducciones para
realizar una reconstrucción fiel no solo de su vida y trayectoria, sino también
de sus pensamientos y sentires. Con Frida, ocurrió justo lo contrario. Hay
tanto escrito sobre ella, tantos documentos, entrevistas, publicaciones…que es
muy complicado saber discernir entre lo que realmente fue su vida, con los
mitos que nos han llegado. Como decía, quería arañar el verdadero interior de
la pintora mexicana, y para llegar hasta ahí he tenido que descartar mucha paja
y contrastar numerosa información que, a veces, hasta resulta contradictoria.
P. Y
ya para finalizar, ¿veremos pronto la obra en escena?
R.- Sí.
La compañía Pisando Escenario llevará Los pinceles borrados a Teatros
Luchana a partir del mes de marzo de este 2025.