6.5.06

Reportaje: La Tertulia de El Espectáculo Teatral

La revista El Espectáculo Teatral reunió para hablar de los Premios en el teatro al autor español más galardonado, José Luis Alonso de Santos; la productora, directora y actriz Cristina Rota, agraviada por la SGAE al no incluirse en las listas de los Premios Max ninguna obra del Centro de Nuevos Creadores; Margarita Piñero, profesora de Escritura y Ciencias Teatrales de la RESAD y gran conocedora de los problemas de los dramaturgos jóvenes, y Juan Carlos Naya, productor teatral y actor, con la obra en cartel Marlén. Las dudas se plantearon sobre la mesa; ¿Los premios se dan al ganador o sirven para hacer una foto al organizador? ¿Es más útil el premio con dotación económica o el que sirve para llevar a escena una obra? ¿Debería apostarse más por los premios para jóvenes y menos por los premios para autores consagrados?

Cristina Rota.- Para mí, los premios deben servir para promocionar el Teatro. Con la diversidad de trabajadores tan grande que hay en el teatro, es difícil decir que un premio sea justo. Es necesario que los premisos sirvan para dar difusión al teatro, pero eso no suplante una falta de política cultural. Mira los Oscar en el cine… ya no importa tanto la obra, es una distorsión de la realidad. Se invierte muchísimo en publicidad para conseguir un premio. En cuanto a los premios de Teatro; ¿Cómo vas a comparar Yo Claudio con una comedia? O a actores que hacen una comedia con quienes interpretan un drama. Los premios llevan a una perversión; sirven para promocionar, pero no lo más promocionado es necesariamente lo mejor. He ido mucho por provincias y en España se están haciendo cosas impresionantes que nunca son premiados. He estado en jurados de premiso y la consigna es "demos el premio a alguien conocido".
Juan Carlos Naya.- El Premio Chivas se lo quisieron dar a Albert Boadella, pero él no quiso ser premiado, y quisieron cubrir el expediente dándole el premio a Nacho Duato. Lo que más se valora en estos premiso es la foto.
Cristina Rota.- La consignas son perversas, siempre se premia a los mismo.
Juan Carlos Naya.- los premios deberían darse a gente desconocida.
Cristina Rota.- Hay que premiar el arte, la creación, no hacer premios individuales.
Juan Carlos Naya.- Lo mejor de los premios es la reunión con los compañeros. Me satisface mucho, aunque no siempre. En los premio Mayte me aburro mucho. Deberían ser más festivos.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- José Luis, sus obras son las más premiadas en España.
José Luis Alonso de Santos.- Yo estoy al margen de éxitos y fracasos. No lucho por ello. Me gusta recibir premios, como a casi todo el mundo, pero no hago nada por conseguirlo. Creo que los premios teatrales sirven para luchar contra un medio hostil. Ya el teatro es un acto de resistencia contra la marginalidad. Los premios se dan a quienes te caen bien; lo mejor es no hacer caso a lo que piensan unos señores de un jurado, sino a tus propios gustos. No hay selecciones justas, no podemos marcar un canon. Un premio no es la palabra de Dios… porque Dios no existe.
Juan Carlos Naya.- Pero en los premios de teatro no se ven todas las obras. Y en los de novela se leen todas las novelas.
José Luis Alonso de Santos.- Yo he estado de jurado, y se leen 10 que te seleccionan entre 300. Te puedo decir que nunca he estado en un jurado que no haya sido honorable. Aunque no haya coincidido con sus gustos.
Cristina Rota.- Yo me pongo en el sitio de la diversidad, y por eso he hablado de los premios de Yo, Claudio, que por cierto es una obra extraordinaria. Pero había comedias que no podían compararse. ¿Cómo se iban a comparar? Creo que el dinero que se invierte en los premios debería usarse con más rigor.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- ¿Y para los jóvenes son útiles los premios?
Margarita Piñero.- Creo que es muy diferente un premio para un autor consagrado que para un joven que estudia dramaturgia. Para el autor joven puede ser decisivo, ser un estímulo para decidir dedicarse a esta profesión. Para un autor joven un premio es clave, no tanto el dinero, como el estímulo que recibe y que le lleva a decir "puedo dedicarme a esto". Mejor que darle dinero es ayudarle a llevar el espectáculo a escena, ayudarle en la producción de la obra.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- Así pues, mejor que dar una manzana de premio a un montaje de éxito, darle dinero a los buenos montajes.
Juan Carlos Naya.- He producido Marlén, que está actualmente en cartelera, he producido cortometrajes, teatro… y nunca he conseguido ninguna subvención. Marlén ha salido sola, sin ayudas: creo más que la ayuda al montaje, en la ayuda económica posterior, hacer el producto y luego apoyarlo.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- ¿Sería bueno que los profesionales separaran más lo que es la creación artística de la labor empresarial?
José Luis Alonso de Santos.- Hay que diferenciar entre lo ideal y lo real. Lo ideal es hacer tu obra de arte sin entrar en el mercado. Ese es el ideal, pero tienes facturas que pagar todos los meses. A lo largo de la historia del arte hay una relación entre el arte y el dinero. Miguel Angel lo tenía, si no, no se hubiera podido dedicar a hacer su obra. La cuestión es de donde viene el dinero. He estado en congresos en los que los compañeros decían "no nos vendemos" y yo quería saber quién estaba interesado en comprarnos. Es imposible hacer teatro sin un apoyo industrial. El error de la gente de teatro al hablar con la Administración es decir "el teatro no es una industria"… los políticos encantados. Se van a dar el dinero a otra industria.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- Con Yo, Claudio, unió calidad, público y premios
José Luis Alonso de Santos.- Mi caso es diferente, porque llevo más de veinte años en el mundo de teatro, estreno la semana que viene en Roma…los premios sirven para la gente joven, para atravesar el muro que te separa de la nada, que te separa de la profesión. Premios como el que habéis creado, El Espectáculo teatral, son magníficos, porque pueden servir para que autores noveles se den a conocer y puedan mostrar su trabajo a los lectores y por qué no, al público.
Cristina Rota.- Nosotros habíamos instituido un premio en el Centro, a la dramaturgia, pero no montaban nada, porque no sabían qué hacer. Ya no hay premio; se escoge una obra, se les da una millón y medio de pesetas, se les proporciona el equipo de gestión, y están obligados a montar la obra, si no lo hacen, no reciben nada. Se pasan dos o tres meses montando su obra; eso sí es un premio. La gente espera que las obras estén subvencionadas y no es así, lo primero que hay que hacer es aprender a gestionar un montaje.
Margarita Piñero.- Ha sido así desde las primeras obras teatrales. Plauto escribía sus obras y se las producía.
José Luis Alonso de Santos.- Y Shakespeare
Cristina Rota.- Y si no haces, la Administración te dice. ¿Vas a gestionar tú? Te vas a degradar, va a emplear las energías que necesitas para tu obra en otras cosas.
Margarita Piñero.- Yo he hablado de Plauto por mencionar uno de los primeros casos. En la RESAD tengo alumnos de dramaturgia y esa es mi lucha… los jóvenes dramaturgos no saben cómo llevar su texto a escena, cómo producirlo. Los alumnos de dramaturgia deben estar en contacto constante con la producción.
Cristina Rota.- Yo tengo un teatro para que los estudiantes hagan prácticas, porque si no las hacen, la enseñanza en un guetto. El autor joven cree que es un genio, pero cuando lucha contra la realidad de un montaje se queda paralizado.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- Se puede decir que hay premios de prestigio, premiso que aportan dinero, y premios de prestigio para quien los otorga.
Juan Carlos Naya.- Llevo treinta años y nunca he sido considerado candidato a los premiso Mayte, y ahora lo ha sido Leticia Sabater. Sí pues, ahora hay además premios que se degradan. Recuerdo cuando me dieron el Premio Ricardo Calvo; me lo dio Camilo José Cela. Y cuando me explicaron la razón del premio me sorprendió; no era por haber trabajado bien, sino por haber trabajado mucho, por la cantidad de montajes en los que había participado.
José Luis Alonso de Santos.- Con Bajarse al moro me dieron más de cuarenta premios. Recuerdo la primera vez que fui finalista de los Mayte. Me aburrí mucho, y me dije; "si no me lo dan después de haber aguantado esto…" Es cierto lo que dice Cristina, sobre el hecho de fomentar la competitividad. Recuerdo que con Yo, Claudio, antes del acto de entrega de ls premios les dije a mis hijos "me dan igual si me dan un premio o no", pero ellos insistían, "Papá, ¿te lo van a dar?"… Se genera una cierta competitividad, aunque tú no quieras. Recuerdo una anécdota curiosa, un alcalde de Jaén me dijo que me daban un premio porque habían representado durante muchos años obras mías y nunca me habían pagado derechos de autor.
Cristina Rota.- Yo sólo he recibido un premio, "A la mejor sala alternativa", y después me enteré que nos lo habían dado a todas las salas alternativas.
José Luis Alonso de Santos.- No hay que hacer caso a los premios. Yo he visto premiados ya mayorcitos dando saltos de alegría por haber sido premiados… me parece de una bondad encantadora. Los premiso sólo son útiles para los jóvenes. La gente cree que ha pasado algo que no ha pasado. Que digan que tu obra es buena o mala es sólo algo momentáneo. Significa que eres bueno en un momento. No es un premio para siempre.
Juan Carlos Naya.- Saza decía que las críticas mala pueden equivocarte y que las buenas pueden arruinarte. Yo tuve éxito muy joven, y cuando hice La Barraca era tonto. Ahora, ya está superado. Los premios sirven porque el mundo del teatro tiene muy poco acceso a los medios de comunicación. Me he quedado sorprendido al intentar que Marlén saliera en las carteleras de los diarios y ha sido un suplicio. Hasta veinte palabras es gratis, si pones más, tienes que pagar y cuesta un dineral. Salir en las carteleras me ha costado idas y venidas, llamadas, correos electrónicos, faxes… La cartelera del cine es gratis, la del teatro, no.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- Dada la situación de teatro y viendo que los actuales premios, basados en la publicidad no son lo mejor. ¿Qué premios y para quién?
Margarita Piñero.- En mi terreno, el de los jóvenes dramaturgos, los premios están muy bien y son un estímulo muy necesario. Y sobre todo, son muy importantes si ayudan a producir las obras.
José Luis Alonso de Santos.- De joven recibí algún premio que estaba muy bien, como el de la editorial Aguilar, que me dio todo su fondo. ¡Era un camión de libro! Yo era pobre entonces y no tenía ni para comprar libros. Me vino fenomenal. Otro premio muy útil fue una beca de un año para estudiar en recia con todos los grandes directores griegos. Hice Antígonas, Electras… Los pianistas en España saben que hasta que no van a estudiar a Moscú no son nada. Los premios deben ser así.
Juan Carlos Naya.- Debería haber premios que fueran una celebración, sin dinero, sin publicidad, sólo decirte que lo has hecho bien. Darte un beso sería un buen premio. Debería haber premiso que fueran ayudas; tras treinta años haciendo clásicos, contemporáneos, me gustaría recibir un premio que fuera montarme una gira. Hay gente a la que el calvario que pasa para hacer una producción le retira.
José Luis Alonso de Santos.- Sólo hay un 10% de quienes se dedican al teatro que aguantan. Para el resto es agobiante.
Juan Carlos Naya.- En otras industrias las inversiones se pueden reciclar, Si tienes un restaurante y te han sobrado filetes, los troceas y los pones como pinchos, pero no puedes reciclar los trajes y los decorados. Eso sólo lo puede hacer Moncho Borrajo.
José Luis Alonso de Santos.- Tenemos que aprender de la industria del cine, no se entienden estéticamente, pero sí industrialmente. Sin embargo en el mundo del teatro decimos "lo que hacen los demás no debería hacerse".
Cristina Rota.- Si hay sólo 5 euros y hay que repartir entre todos, se pelean como carroñeros. En el cine es más fácil llevarse bien porque hay más dinero. Además, en los premios de teatro debería haber dignidad y respeto. Imagina que en los Premios Goya faltara una película en los listados y no se la pudiera votar; sería un gran escándalo. Hay premios de teatro en los que no se nos respeta de la misma manera. En los premios debe participar todo el mundo, quienes crean los premios deben ser respetuosos. No puedes dejar obras fuera.

EL ESPECTACULO TEATRAL.- Ediciones Irreverentes y la revista El Espectáculo Teatral han creado un premio de teatro en el que no se dan un premio en metálico al ganador, sino que se publica la obra, se pagan derechos de autor y se van a repartir varios cientos de ejemplares de la obra entre productores teatrales, teatros, redes, etc. ¿Os parece una buena idea para un premio?
Juan Carlos Naya.- Me parece una idea genial, me pienso presentar.
José Luis Alonso de Santos.- A mí me parece muy buena idea. Es un acto de resistencia cultural de dos empresas privadas que quieren ayudar al teatro a resistir. Lo mejor que te puede pasar no es que te paguen por un premio, sino que faciliten que tu obra se lleve a escena.
Cristina Rota.- Nosotros hacemos también un premio sin dotación, y vuestro planteamiento me parece muy bueno. Es más, nos gustaría tener acceso a las obras finalistas, poder leerlas, porque estos premios deben servir sobre todo para poder facilitar el montaje de obras nuevas.
Margarita Piñero.- A mí la idea del Premio El Espectáculo Teatral me parece genial. Que pueda haber autores noveles o no consagrados que vean su obra representada y difundida entre compañías y productores me parece la mejor ayuda al teatro.

Semblanza breve de los participantes en la comida

José Luis Alonso de Santos ha triunfado con obras como El Romano, Dígaselo con Valium (ambas en Ediciones Irreverentes), La estanquera de Vallecas, El álbum familiar, Bajarse al moro, La sombra del Tenorio, y Pares y nines. Su versión de Yo, Claudio le ha significado un éxito de gran magnitud. Ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Teatro, el Tirso de Molina, el Rojas Zorrilla y, el Aguilar.
Margarita Piñero es profesora de Escritura y Ciencias Teatrales de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, (RESAD). Es doctora en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, es asidua conferenciante y autora del libro La creación teatral en Alonso de Santos y editora literaria de las obras Dígaselo con Valium, y ¡Viva el duque nuestro dueño!

Cristina Rota creó en 1978 la Escuela de Interpretación que lleva su nombre. Ha producido e interpretado con éxito, junto a Luis Tosar la obra El zoo de cristal, de Tenesse Williams. Muchos jóvenes actores españoles de cine y televisión han sido alumnos suyos. En el centenario de Lorca puso en marcha un nuevo proyecto de La Barraca. El Centro de Nuevos Creadores, que dirige, denunció la exclusión que los organizadores de los premios Max habían hecho de todas sus obras, entre ellas, de nombres del peso del dramaturgo Rodrigo García y del coreógrafo Chevy Muladaya.

Juan Carlos Naya ha protagonizado en teatro El retrato de Dorian Gray, Don Juan Tenorio, Casa con dos puertas mala es de guardar, Lisístrata, Hermano hombre, y Misión al pueblo desierto, entre otras. Ha actuado en zarzuelas, óperas, cine y televisión. En la actualidad está en las carteleras madrileñas con la obra Marlén, en la que interpreta a un imitador de la actriz en el momento en que la muerte llega a buscarle.

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