P.- ¿Se puede considerar tu visión sobre Quevedo novedosa en el panorama literario español?
R.- La visión de la obra bajo la perspectiva en que se observa a un ser poliédrico, contradictorio, polémico y genial requiere una exposición o tratamiento acorde con el personaje.
En el Siglo XIX, Narciso Serra, escribe y estrena "La boda de Quevedo", comedia en verso y Eulogio Florentino Sanz el drama "Don Francisco de Quevedo", también en verso siguiendo el canon de la dramaturgia de su época. Posteriormente Alejandro Casona "El caballero de las espuelas de oro", tres piezas con éxito parcialmente biográficas.
En Quevedo, la palabra y el muro mi apuesta es reflejar el ying y el yang que identifica al destacado escritor del barroco, y los recursos literarios que he utilizado pueden ser, si no novedosos, al menos atractivos dentro de la escritura actual para la escena no sólo en España.
P.- En el aspecto estético y estilístico
¿Cómo has enfocado la creación del texto?
R.- Utilizo el diálogo, el vehículo más directo para acercar la belleza. Según las normas de la sociedad o educación en la que se realiza, pendiente de conductas y conocimientos que exige la estética literaria, como recurso, permite conseguir inquietud, asombro, atención, interés del lector o espectador de todos los tiempos facilitándole realizar un proceso creativo de libre expresión que conduce a la reflexión más adecuada. Cuando escribo no tengo únicos modelos lingüísticos para la creación del texto. Sí estoy abierto a todos los procesos creativos.
P.- Hay un Quevedo crítico con el poder y otro dúctil con ese mismo poder.
R.- Para juzgar o evaluar la corrección de las acciones libre y conscientemente que mide la conducta del individuo y de la sociedad hay que ser tolerante según las leyes establecidas, cumplir con lo que se promete, ser leal, honesto, cuya sabiduría y virtud están por igual. La ignorancia jamás podrá ejercitar el bien. El conocimiento es poder y en Quevedo se encuentra el crítico del poder, que es autoridad, la Sumisión de quien no lo tiene, y el sensor que enmienda las acciones humanas, además con el arte de la fuerza de las palabras.
Si el conocimiento proporciona libertad y su dominio origina poder un pueblo sin conocimiento está sometido a los intereses del pensamiento crítico. En Quevedo la duplicidad es constante.
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P.- ¿Cómo fue Quevedo en el amor?
R.- Para él, sin duda, uno de los escritores más insignes del Siglo de Oro de la literatura española, el amor fue todo contrariedad pues no hace feliz a quien lo busca, porque él realmente no lo disfruta, utilizando la sátira más cruel y más hiriente. A través de sus escritos conocemos lo que significó el sentimiento amoroso inalcanzable, petrarquista, característico de su época, mostrando a veces desprecio, misoginia, con el disfraz de la burla y hasta el menosprecio al no ser correspondido, cuando el amor fue para Quevedo su mayor obsesión, convencido de que es lo único que verdaderamente prevalece sobre lo efímero y mundano.
Amó como todo ser apasionado, conoció triunfos y fracasos, victorias y derrotas que le inspiraron los versos más tristes y sublimes, paradógicos, contradictorios, difíciles de entender, pero cercanos, que sólo un genio como él pudo escribirlos y provocar en la posteridad sorpresa y entusiasmo. Don Francisco de Quevedo amó porque necesitaba ser amado.
P.- Tu anterior obra Abadón, el Ángel de la
Muerte, ¿podía ser considerada una obra religiosa que bien podría haber sido
escrita en el barroco o en otro tiempo pasado?
R.- Por su estructura y contenido recrea las representaciones sacras, medievales, impulsadas por la iglesia católica romana en los templos, pórticos o plazas de las ciudades y pueblos con los temas principales: El amor, la vida y la muerte, que lo mismo trataron griegos y romanos en homenajes a sus dioses durante las celebraciones religiosas. Es un drama litúrgico sin pretender adoctrinar, sino evocar el Juicio Final descrito por Juan en el Apocalipsis.
P.- ¿Cuáles son los planes de presentación de tu obra sobre Quevedo?
R.- En el Real casino de Murcia se ha organizado un acto-encuentro sobre mi trayectoria literaria para el próximo ocho de Mayo, donde se presentarán mis últimas
publicaciones de teatro, evento presidido por el Excmo. Sr. D. Cristóbal Colón de Carvajal, Duque de Veragua y Marqués de la Jamaica.
Todo sobre el libro http://www.edicionesirreverentes.com/teatro/la_palabra_y_el_muro.html