La exposición documental "José Luis Alonso de Santos. 50 años de vida teatral (1964-2014)", que acoge el Teatro Zorrilla de Valladolid, ciudad natal del dramaturgo, autor de La estanquera de Vallecas" o "Bajarse al moro", recorre la trayectoria de un hombre que se ha definido como "un espía de su tiempo".
Alonso de Santos ha mostrado su "extrañeza" ante el reconocimiento que supone esta muestra, organizada por la Diputación de Valladolid en colaboración con la Fundación Jorge Guillén, a la que el dramaturgo cedió su legado documental hace un año, ya que "es curioso -ha explicado- que a uno le hagan un homenaje por algo con lo que disfruta".
El actor, director, productor, profesor y autor teatral ha recordado que su primer contacto con el mundo del teatro se produjo "en el portal de su casa", ubicada en la calle Madre de Dios de la capital vallisoletana, hace "60 años", si bien se cumplen 50 desde que "empezara a recibir una nómina" por su trabajo, ha aclarado.
"Por encima de que hable sobre mi trayectoria profesional, esta exposición es importante porque cuenta la historia de un hombre en relación con el arte del teatro y la sociedad en la que vive, porque entre mis objetivos siempre ha estado el ser testigo de lo que sucede a mi alrededor", ha dicho Alonso de Santos.
"Y 50 años dan para mucho, porque he vivido de todo, he trabajado en palacios y en cabañas, para todo tipo de personas de diferente ámbito social, aunque sé que alguno no ha contado conmigo porque pensaba que era caro, cuando soy el creador más barato de la tierra, porque cobro en función de quien me contrata", ha relatado.
El prolífico dramaturgo, muchas de cuyas obras han sido llevadas al cine, ha retrocedido hasta su infancia y su etapa en el colegio Macías Picavea, donde le enseñaron "a sobrevivir y a no morir de hambre", y más tarde en el Instituto Zorrilla.