"Nadie se puede ganar la vida en España escribiendo teatro porque ya no hay tradición de apoyar a los nuevos autores", afirma
El joven dramaturgo Emilio Williams (Madrid, 1971) ha dado el salto al mercado norteamericano, creando su propia compañía, Chicago Theater Sweatshop. Completamente desconocido hasta hace poco más de dos años, cuando ganó la IV edición del Premio El Espectáculo Teatral, convocado por Ediciones Irreverentes y la revista El Espectáculo Teatral, su obra premiada 'Camas y mesas' fue rápidamente llevada a los teatros logrando un gran éxito, con más de 100 representaciones en Madrid y gira por toda España y representó a nuestro país en el Festival The International Voices Project, de Chicago.
El éxito en aquel festival le ha abierto las puertas del primer mercado teatral del mundo, en donde Williams pretende con su compañía "cree lazos de unión e intercambio ente artistas teatrales, sobre todo autores, de España y América Latina con el teatro de Chicago y Nueva York", señala a Europa Press.
Según el autor, en estas dos ciudades de Estados Unidos, como ocurre en Londres o Buenos Aires, "hay un gran compromiso por el teatro de autor vivo" y su deseo es "poder crear oportunidades para exportar a autores y proyectos españoles, en inglés". De hecho, este año están programando un festival de obras cortas con algunos de los mejores autores españoles vivos.
La decisión de crear compañía en Chicago y no en España radica, según explica, en que en las grandes capitales del teatro, "al contrario de lo que ocurre en España, interesa mucho más lo que los nuevos autores vivos dicen que las obras que se han producido mil veces, o las obras de autores banales o que ya han sido ya llevadas al cine". "El teatro alternativo ocupa un lugar de honor, se apoya y se respeta con críticas teatrales en los principales periódicos. En estas ciudades se apuesta por las nuevas generaciones", asegura.
UN ESCÁNDALO
A este respecto, Emilio Williams considera "especialmente escandaloso" que en el teatro público español "se haya usado durante décadas el dinero del contribuyente para producir obras de autores muertos o de autores vivos extranjeros que en otros países se montaban en el teatro comercial".
"Ni Tracy Letts, autor de 'Agosto, Osage County', ni Jazmina Reza, ni David Mamet, ni Stephen Sondheim, necesitan que el Gobierno de España, ni de la ciudad de Madrid, les subvencione su trabajo, entre otras cosas porque se les produce de forma comercial en todo el mundo", alega.
Aunque cree que la llegada de Ernesto Caballero al Centro Dramático Nacional puede ayudar a "cambiar las cosas de una vez por todas", cree que España "nadie se puede ganar la vida con esto de escribir texto teatral, porque ya no hay tradición de apoyar a los nuevos autores", lamenta.
En cambio, Williams opina que sí se apoya mucho en el teatro público a los nuevos directores, "pero estos prefieren siempre montar obras basadas en Pirandello, Shakespeare o Chéjov, porque sus textos los pueden destrozar a su gusto sin tener que pagar derechos de autor o pedir permiso a nadie", asegura.
UN VOTO DE CONFIANZA
Respecto a su obra 'Camas y Mesas', con la que ganó el citado IV Premio el Espectáculo Teatral, el dramaturgo afirma que fue "un gran voto de confianza". "El premio me ayudó mucho. Significaba ponerme en el palmarés junto a autores de gran valía como Lourdes Ortiz, Santiago Martín Bermúdez -Premio Nacional de Teatro- y Raúl Hernández Garrido", señala.
La obra se montó en la Sala Triángulo y en AZ-Arte, luego pasó al Teatro Arenal de Madrid y viajó por España. El montaje hará gira en inglés este año en Estados Unidos y ya hay conversaciones para volver a traerlo a España a un teatro comercial.